Seres mitológicos que te podrás encontrar cuando nos visites
Hubo un tiempo en el que los cuervos hablaban… decíamos al comienzo de este blog.
Durante los últimos 6 meses, desde que empezamos con el acondicionamiento de la Finca da Quintenla, hasta hoy, hemos hablado de leyendas ancestrales, de tradiciones paganas, de celtas y de mouros, de robles, de castaños, pinos y alcornoques, de ríos, de fuentes y piedras, de lavaderos y cuevas de zorro… Y todo esto, porque vemos en nuestra finca, mucho más allá que el lugar que acogerá las Cabanas sin Barreras, vemos un entorno mágico lleno de misticismo y espiritualidad.
Os contábamos al principio de este blog que os íbamos a trasladar a aquellos tiempos en los que los cuervos hablaban. «Yo soy el que te helara la sangre fría como una piedra, esta paloma es tu vida y el cuervo es tu enamoramiento Serodio. Prepárate porque uno de estos días voy a ir a buscarte.» se decía en la obra de Castelao «Los viejos no deben de enamorarse». Y es que los cuervos, durante siglos, cobraron vida en Galicia y según las tradiciones más antiguas, los cuervos, eran un símbolo de mal augurio, la llegada de la muerte. Cuentan que los cuervos son como las campanas de una iglesia, que sirven para anunciar la muerte, y que ésta tendrá lugar al día siguiente de haberlos escuchado. Cuando la gente los escuchaba, era señal de que alguien próximo iba a fallecer. Dicen los ancianos, que si se te acerca un cuervo, tienes que decirle: «Cuervo agoirero, marche ligero, que en esta puerta no encontrara carne muerta» para espantarlo.
Ahora ya sabes qué hacer si te encuentras uno por ahí.
Pero no sólo cuervos nos podemos encontrar en la Finca. No faltarán zorros, ni tampoco las cuevas que ellos hacen en la tierra para esconderse. Desde tiempos inmemoriales los zorros son vistos como animales astutos e ingeniosos que tienen que recurrir a trucos para engañar a sus congéneres y también a los humanos. Es tal el nivel de engaño, que el zorro es capaz de hacerse el muerto cuando un hombre lo sorprende en un gallinero, o correr de forma errática, que dio pié a expresiones como «Sabe as voltas do raposo»que vendría a significar que uno sabe las vueltas que da el zorro. Si os paseáis una tarde por la finca, podréis encontraros una cueva de zorro, un rincón mágico muestra de su inteligencia y capacidad de engaño.
Cuando estés en tu cabaña de noche, con la luz encendida, es muy probable que alguna avelaiña se pose en tu ventana. La avelaiña es una mariposa nocturna, dicen de ella que puede ser un alma que ronda las luces encendidas del hogar. Según cambia su color, cambian también los presagios. Las blancas, son buenas noticas, las negras, no tanto; podría ser el mismo augurio que nos puede dar el cuervo.
Y por si esto no fuera poco, otra figura con la que nos podremos encontrar en las noches de Cabanas sen Barreiras, es la lavandera de la noche. Ya os habíamos comentado que mientras estábamos limpiando la finca hace unos meses, nos habíamos encontrado con un lavadero de ropa en desuso, y os habíamos explicado en qué consistía el trabajo de lavandera, y las tradiciones asociadas a estas. Lo que no os habíamos contado es quién es la Lavandera de la Noche.
Esta mujer, de aspecto anciano y ruinoso, te sorprenderá cuando estés paseando cerca del lavadero, y te invitará a que le ayudes a lavar la ropa. Si vas a ayudarle, tendrás que saber bien cómo. No retuerzas la ropa en el mismo sentido que ella, pero no le lleves la contraria. No te fijes en sus vestimentas, irá manchada de sangre, supuestamente procedente de un mal parto. Se dice que la lavandera no pertenece al mundo de los vivos, si no que quieres que te atormente, mejor pasa por delante sin hacerle caso alguno.
Como ves, son unos cuantos, pero no tengas miedo, estos seres no te asaltarán si tú no crees en ellos!